NEPAL – Diario de una aventura – Parte V

Hasta muy pronto Nepal

Último diario de viaje de nuestra última aventura en Nepal, esta vez de nuestra amiga Eva, que con su sensibilidad nos deja estas palabras para acercarnos a uno de los días de la experiencia, en Thulo Syabru, donde finalizamos nuestro trekking agradeciendo enormemente a la gente local que nos acompaño en la aventura… Que lo disfruteis!

Viajar a Nepal ha sido como tocar el cielo o sentir que, si lo deseas, puedes alcanzarlo.
Cuando me apunté a esta aventura se me pasaban por la cabeza dos sentimientos opuestos. Por una parte sentía la emoción de conocer el país con las montañas más altas del mundo, pero por otra parte sentía el respeto a meterme en un trekking que pudiera ser más difícil de lo que mi cuerpo pudiera aguantar (considerando que nunca he subido montañas más altas de 2000m).
El día que partimos tuve el placer de conocer a este magnífico grupo de aragoneses (David, Gema, Jorge, Jesús y Juanki). Según los conocí sentí como si los hubiera conocido hace tiempo. Sin ellos esta experiencia no hubiera sido la misma.
Si tengo que describir uno de los días en Nepal, me quedo con el penúltimo día del trekking. La llegada a Thulo Syabru.
Este día fue uno de los días más emocionantes del trekking no sólo por la belleza del camino que anduvimos sino por la llegada a Thulo y la interacción con las familias de los Nepalíes con los que habíamos pasado 7 días de trekking (Kantxa, Karma y Dawa). La verdad que las ganas de conocer este pueblo y a las familias de los porteadores crecían según iban pasando los días en el Valle de Langtang
Según llegamos a Thulo la primera casa que encontramos fue la de Kantxa y Dolma. Nos recibió Dolma y sus hijos, Nin Dolma y Nowang. Por la tarde David nos llevó a ver el Molino que habían construido un año atrás. En esta expedición por Thulo se sumaron muchos niños. Entre otros los hijos de Kantxa y las hijas de Dawa (Pushpa y Nangha). Finalmente terminamos nuestro recorrido en el centro de Thulo. Pudimos disfrutar de un té en las casas de Dawa y de Karma.
Por la noche Dawa y Kantxa nos preparon una deliciosa cena. Estuvimos las tres familias de los porteadores y nosotros cenando juntos y bebiendo. Te sorprende que, aun habiendo barreras con el lenguaje, al final si quieres, te comunicas. Después de unas cuantas horas juntos, los niños se sentían con nosotros con una confianza total, como si nos hubiéramos conocido hace años.
Creo que el viaje no hubiera sido lo mismo de no haber podido entrar un poco en la vida de estos Nepalíes. Gracias David por hacer este día y este viaje tan especial y por vivir estos momentos tan mágicos. Quien viaja a Thulo, se lleva a Thulo en el corazón.

 

Día 7 de Trekking – Thulo Syabru – Kathmandu

Despedida de nuestro viaje en la gran ciudad de Nepal