Diario de una aventura en los Annapurnas – Parte III
Dia 6-7 Manang (Jaime)
Ayer llegamos a Manang, la capital del valle del río Marsyangdi, que llevamos remontando desde hace cinco días. Es un lugar sobrecogedor: en el fondo un ancho cauce de un río de aguas turquesas, que solo discurren por un estrecho canal que avanza haciendo eses por la zona central, el resto es una llanura pedregosa con arbustos esparcidos y algunas zonas de pastos, por donde pueden verse a los yaks pastando; a los lados del cauce suben empinadas laderas, pero muy diferentes una de la otra, la ladera donde se ubica el pueblo es de colores grises, ocres, amarillos y naranjas, y tiene el aspecto de una estepa, la ladera de enfrente comienza igual, pero conforme levantas la vista sube y sube, y se convierte de repente en blanca y negra, en nieve y roca, hasta llegar a su afilado final varios miles de metros por encima nuestro.
Mientras, nuestro tiempo transcurre entre casas de piedra y madera, estancias con estufas de leña, olor a incienso, gentes de recias pieles curtidas por el duro clima de su tierra y mucha gente de fuera que nos agolpamos en este punto para descansar y prepararnos para recorrer la última y más exigente parte del recorrido.
¡La verdad es que es maravilloso! (aunque somos muchos “guiris”)
Hasta ahora todo marcha bien, nadie hemos tenido ningún problema serio y el ambiente del grupo es muy agradable. El tema del “mal de altura” comienza a ocupar muchos ratos de las conversaciones, pero todos vamos aclimatando adecuadamente por lo que en dos días estaremos al otro lado…AQUÍ, pero al otro lado.
Día 8 ( Yak Kharka) – Bichi
El día de ayer fue muy productivo, sobre todo para reponer fuerzas, hoy descansados hemos comenzado a andar a las 9, despacito, por eso de aclimatar como es debido, y lo más agradable, hemos dejado atrás la carretera, ahora solo nos adelantan jinetes en burro o caballo y algún que otro rebaño de yaks.
El contraste con Manang es increíble, la vegetación prácticamente ha desaparecido, solo tenemos jaras y arbusto bajo, hay nieve acumulada en las sombras del camino, y apenas gente por las calles, estamos a 4000 metros de altura.
Hemos alcanzado nuestra meta de hoy en apenas 4 horas y media, nos encontramos en Yak Kharka , tenemos tiempo de comer algo, y un mini descanso antes de subir unos 250 metros por encima del pueblo, tenemos unas vistas increíbles de todo el macizo que dejamos atrás, y empezamos a intuir lo que nos viene por delante, “el paso”.
Y os dejamos unas fotos «aleatorias» de nuestros pasos en esta aventura bajo los Annapurnas …