Una cita en tu montaña

 Tu montaña y el recuerdo…

Una montaña nueva se alza en el recuerdo de tus pasos. Salimos a reconocer el día, el ímpetu y los sueños, que también son los tuyos.  El sol nos quema la cara en un día apacible que pelea por regresar al ayer. Hay calma y silencio mientras que cuatro siluetas montañeras se diluyen en el relieve blanco como si de una fiesta de fuegos artificiales se tratara. No es tarde para un recuerdo, ni tampoco es temprano. La lucha con uno mismo avanza acompasado por el rugir de los crampones, que poco a poco alcanzan un altar improvisado junto al sol de tus montañas…

Arriba reina el silencio de un paisaje asombroso, íntimo y reservado únicamente para todos nosotros. Una nube vergonzosa nos da la bienvenida,  y acorralada por nuestros pensamientos se funde mientras miramos callados el horizonte. Descendemos con el cuidado heredado de una situación injusta, descendemos en paz. En la paz de la montaña…