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Que bien empezar a sentir el frio… |
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Montañas en mayusculas, Balaitus y Frondiellas |
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Vamos, con cuidado en el tramo delicado |
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Luces mágicas |
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Juntos buscando la imagen |
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Ya tenía ganas |
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Con boina |
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Huellas de libertad |
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La lluvia estabiliza el manto blanco |
Blanco y sonriente madrugar, rumbo al valle vecino, buscando la línea más horizontal y humana que nos lleva hasta el desolado parking de la estación de Formigal. Preparamos calma y mochilas, ganas de pasar un día redondo y la ironía de vivir entre valles y montañas que se comunican por carreteras de asfalto y modernidad. Quiero ver el cielo esta gris como hoy, con sus líneas y colores, donde los relieves que hacen vibrar mis esquís los ha perfilado el agua de la lluvia con mucho mimo. Me declaro funambulista en el trapecio de mis días, y hoy estoy de fiesta. Tengo alas y ganas de seguir invisible y protegido. Enamorado de estas montañas que por dentro nunca cambian, pero por fuera son testigos del andar de nuestros días, del divagar de nuestros pensamientos y del colorear de nuestras ilusiones.
Otra vez arriba, cerca del cielo , con hambre y ganas de jaleo en busca de aire y más aire.
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Arriba queda poco |
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Sensación de ascensión invernal |
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Los dos pitones volcánicos, alineados |
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Al otro lado nuestro valle |
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Pensando |
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Segunda parte del juego |
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Caprichos rectilíneos |
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En una cordillera blanca |
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Proyectos a la cumbre |
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Con tablas bajo los pies |